Por Brian Janchez
¿Por qué personajes de dominio público?
Durante la Edad de Oro del comic de superhéroes (1938-1956), se publicaron y vendieron millones de historietas. No solo fue un periodo de éxito comercial sino también fue un torbellino de personajes, ideas, conceptos, colores y formas que se expandió gracias a la imaginación y trabajo de toda una generación de autores.
Muchos de los personajes que nacieron durante estos años siguen vigentes hoy en día. Me refiero a Superman, Batman, Wonder Woman, Captain America y muchos más. Sus historias se instalaron tan fuerte en la memoria de sus lectores que no solo fueron héroes en comics sino también en películas, series de televisión, videojuegos y cualquier otro soporte de entretenimiento.
Lamentablemente, otros personajes no contaron con esa suerte.
Los personajes de dominio público son aquellos cuyo copyright no pertenece a nadie y son libres para que su explotación la pueda llevar a cabo cualquier persona. Muchos de los personajes de la Edad de Oro del comic de superhéroes se encuentran en esta situación. Por esta razón, me resulto tentador buscar entre ellos, algunos que conectaran con mi sensibilidad como historietista para poder contar nuevas historias.
Los cuatro personajes que forman parte de este proyecto son: Iron Lady, Margo, Thor y Xog.
Cada uno de ellos fue olvidado luego de las pocas historietas originales en las que aparecieron. Sin embargo, sus conceptos merecían una nueva lectura y me fijaban un desafío de poder adaptar su sintonía a estos nuevos tiempos.
Xog, the King of Saturn
Cuando empecé a pensar que personajes iba a dibujar para esta serie de Personajes de Dominio Público, busque en primer lugar a personajes bizarros o lo más alejado de la figura tradicional del superhéroe. El más indicado que encontré fue Xog, una albóndiga verde, dientona, con un anillo de Saturno en la cabeza y con un volcán que sacaba vapor.
Entre 1942 a 1948, Fawcett Comics publicó la serie de Captain Midnight. En ella, se contaban las aventuras de Jim Albright, un aviador al cual se le asignaban misiones peligrosísimas pero de las cuales siempre zafaba. En una de ellas, el gobierno de los Estados Unidos lo manda a Saturno a rescatar a unos pilotos. Después de tomarse una especie de “avión”, se entera que los pilotos que fue a rescatar son prisioneros de Xog, el rey de Saturno quien también lo captura. Sin embargo, Xog comete un error. Encierra a Midnight con todas las herramientas posibles para inventarse un arma mata-saturnianos y se escapa. Sin perder el tiempo, Xog jura venganza y comienza a desarrollar un plan de invasión al planeta Tierra.
Esta historia se cuenta en Captain Midnight #64 (junio de 1948) y su autor fue Leonard Frank. Xog volvería a parecer en los dos números siguientes. Un mes más tarde (septiembre de 1948), Fawcett cancela la revista en el número 67.
Para continuar la historia de Xog, me base un poco en la autobiografía del último emperador chino: Puyi. En su libro, Puyi cuenta que después de ser capturado por las fuerzas comunistas chinas, es puesto en una cárcel de reeducación (además de ser sentenciado como traidor a la patria). Allí, él debía aprender a lavarse la ropa, cocinarse y hacer todas las tareas domésticas en su celda. Para Puyi realizar todas esas actividades le llevo años en aprender ya que venía de toda una vida llena de súbditos y esclavos que realizaban todas sus órdenes, incluso aquellas que atentaban contra su salud y seguridad física (Puyi cuenta que hacia caminar a sus eunucos sobre carbón encendido o contar cuantos azotes podían aguantar).
Xog me resultaba un personaje similar. Alguien que lo tuvo todo y que por esa razón, se vuelve único e irrepetible, pero que el sistema tiene que reeducar para mostrar su victoria sobre él. Xog no es derrotado al no poder conquistar la tierra, es derrotado cuando aprende a comer panchos.
La historieta original:
Brian Janchez (Buenos Aires, 1985) dibuja, escribe, edita, enseña y lee historieta. Desde su proyecto editorial, Ediciones Noviembre, ha publicado McKosher, Shloishim y El Sabio de Sión (republicados en un volumen integral en 2015), Majo la chica que lee la mente (2016) y Topati ¡Un monstruo que no puede asustar! (2016), entre otras cosas. Su trabajo se puede consultar en su blog brianjanchez.blogspot.com