Por Brian Janchez
¿Por qué personajes de dominio público?
Durante la Edad de Oro del comic de superhéroes (1938-1956), se publicaron y vendieron millones de historietas. No solo fue un periodo de éxito comercial sino también fue un torbellino de personajes, ideas, conceptos, colores y formas que se expandió gracias a la imaginación y trabajo de toda una generación de autores.
Muchos de los personajes que nacieron durante estos años siguen vigentes hoy en día. Me refiero a Superman, Batman, Wonder Woman, Captain America y muchos más. Sus historias se instalaron tan fuerte en la memoria de sus lectores que no solo fueron héroes en comics sino también en películas, series de televisión, videojuegos y cualquier otro soporte de entretenimiento.
Lamentablemente, otros personajes no contaron con esa suerte.
Los personajes de dominio público son aquellos cuyo copyright no pertenece a nadie y son libres para que su explotación la pueda llevar a cabo cualquier persona. Muchos de los personajes de la Edad de Oro del comic de superhéroes se encuentran en esta situación. Por esta razón, me resulto tentador buscar entre ellos, algunos que conectaran con mi sensibilidad como historietista para poder contar nuevas historias.
Los cuatro personajes que forman parte de este proyecto son: Iron Lady, Margo, Thor y Xog.
Cada uno de ellos fue olvidado luego de las pocas historietas originales en las que aparecieron. Sin embargo, sus conceptos merecían una nueva lectura y me fijaban un desafío de poder adaptar su sintonía a estos nuevos tiempos.
Margo, the magician
Margo, the magician apareció por primera vez en el número del invierno norteamericano de la revista Uncle Sam Quarterly #2 (1941). En esa historieta, Margo pierde a su padre, Presto el mago y ella decide vengarse utilizando también magia. Lamentablemente, esa fue la única aventura de Margo.
Como autor de esta historieta figura Bill Bydem, el cual se piensa fue un seudónimo que utilizo Will Eisner junto al guionista Emanuel Demby.
Cuando leí esta historieta de Margo, me tentó mucho la posibilidad de contar no una historieta de ella, sino una de Scarlet Witch. La Bruja Escarlata, tal como la conocí de chico gracias a las traducciones de los comics Marvel de Fórum en los 90, es uno de mis personajes favoritos.
Para poder hacer esto, en realidad, comencé por contar otra cosa. En este caso, al villano de la historia. Creo que personajes como Scarlet Witch o Margo no son los actores principales en sus historietas, sino que son mecanismos narrativos. Por ejemplo, Batman y Superman me resultan subgéneros dentro del género de superhéroes. Batman funciona como policial y Superman como ciencia ficción. En este caso, Margo es un mecanismo para desarrollar ficción fantástica y a partir de ahí, es donde debía empezar a construir el relato.
El villano que invente fue Douglas Scott Tinny (D.S. Tinny), un hombre que tenía la capacidad de robar el futuro de las personas. Con este disparador, fue fácil construir un contexto y un curriculum para este personaje quien es el verdadero protagonista de la historia. A su vez, Margo funciona más como un Deux Ex Machina para la historia de Tinny.
Por su parte, el dibujo para Margo me permitió tener que releer las historietas de Doctor Strange de Ditko. Ditko siempre me resulto un autor interesante para leer. Su etapa clásica de ciencia ficción y fantasía me resulta fascinante por su capacidad para generar conceptos desde el guion y también desde el dibujo. En su Doctor Strange, es increíble su imaginación a la hora de plantear fondos y composiciones que tome como inspiración para algunas escenas.
La historieta original:
Brian Janchez (Buenos Aires, 1985) dibuja, escribe, edita, enseña y lee historieta. Desde su proyecto editorial, Ediciones Noviembre, ha publicado McKosher, Shloishim y El Sabio de Sión (republicados en un volumen integral en 2015), Majo la chica que lee la mente (2016) y Topati ¡Un monstruo que no puede asustar! (2016), entre otras cosas. Su trabajo se puede consultar en su blog brianjanchez.blogspot.com