Por Brian Janchez
¿Por qué personajes de dominio público?
Durante la Edad de Oro del comic de superhéroes (1938-1956), se publicaron y vendieron millones de historietas. No solo fue un periodo de éxito comercial sino también fue un torbellino de personajes, ideas, conceptos, colores y formas que se expandió gracias a la imaginación y trabajo de toda una generación de autores.
Muchos de los personajes que nacieron durante estos años siguen vigentes hoy en día. Me refiero a Superman, Batman, Wonder Woman, Captain America y muchos más. Sus historias se instalaron tan fuerte en la memoria de sus lectores que no solo fueron héroes en comics sino también en películas, series de televisión, videojuegos y cualquier otro soporte de entretenimiento.
Lamentablemente, otros personajes no contaron con esa suerte.
Los personajes de dominio público son aquellos cuyo copyright no pertenece a nadie y son libres para que su explotación la pueda llevar a cabo cualquier persona. Muchos de los personajes de la Edad de Oro del comic de superhéroes se encuentran en esta situación. Por esta razón, me resulto tentador buscar entre ellos, algunos que conectaran con mi sensibilidad como historietista para poder contar nuevas historias.
Los cuatro personajes que forman parte de este proyecto son: Iron Lady, Margo, Thor y Xog.
Cada uno de ellos fue olvidado luego de las pocas historietas originales en las que aparecieron. Sin embargo, sus conceptos merecían una nueva lectura y me fijaban un desafío de poder adaptar su sintonía a estos nuevos tiempos.
Thor
En abril de 1940, salió a la venta la revista Weird Comics #1. En ella se cuenta la historia de Grant Farrell, un tipo al que se le aparece el dios nórdico Thor y le entrega sus poderes para poder salvar a su chica, Glenda. Durante las siguientes apariciones, se desarrolla una dinámica donde Grant está enamorado de Glenda pero ella no de él, sino de su alter ego, ósea de Thor.
Esta dinámica heredada de la relación entre Clark Kent-Lois Lane-Superman, se vuelve sumamente enfermiza. Por ejemplo, en el final del capítulo 1, Glenda habla de los maravilloso que es Thor y Grant Farrell la deja sola sumamente enojado. En el siguiente, Grant y Glenda tienen una discusión y él le contesta que se vuelva a casa con su “novio” Thor y desaparece. A los pocos segundos, regresa convertido en Thor y se la lleva volando a casa. De regreso, ella lo llama a Grant para ir a cenar. En el capítulo 3, Glenda descubre la doble identidad y todas las historias se centran únicamente en la aventura.
A pesar de las ideas y venidas, la serie no gusto. En sus únicas 5 apariciones, Thor cambia de diseño varias veces, siendo mi favorita la de un hombre en calzoncillos, capa y botas azules empuñando un martillo.
Los villanos a los que se enfrenta este Thor son todos soldados o mafiosos. Recién en el quinto y último capítulo, el enemigo es un científico y a un esbirro con súper fuerza.
El autor de la serie fue Pierce Rice quien utilizaba el seudónimo de Wright Lincoln. El estilo de Rice es un estilo de transición, una mezcla entre el dibujo clásico de las tiras de prensa de aventuras de aquella época (que ya comenzaba a verse antiguo) y un dibujo más dinámico y creativo. Algo así como un Alex Raymond conoce a Basil Wolverton. Los capítulos 2 y 3 en los cuales Thor se enfrenta a ejércitos enemigos son de un dibujo sumamente ágil y dinámico.
Luego de la última aventura de Thor, Rice comienza una nueva serie. Su protagonista era Dynamite Thor y era un aventurero más tradicional.
La historieta original:
Brian Janchez (Buenos Aires, 1985) dibuja, escribe, edita, enseña y lee historieta. Desde su proyecto editorial, Ediciones Noviembre, ha publicado McKosher, Shloishim y El Sabio de Sión (republicados en un volumen integral en 2015), Majo la chica que lee la mente (2016) y Topati ¡Un monstruo que no puede asustar! (2016), entre otras cosas. Su trabajo se puede consultar en su blog brianjanchez.blogspot.com